Carros de Foc con cumbres

Trekking Carros de Foc

El trekking de Carros de Foc es una ruta de montaña en Pirineos. La travesía de varios días nos permitirá adentrarnos en terreno de alta montaña donde descubriremos esplendidos paisajes salpicados de lagos y custodiados por grandes montañas. De forma opcional, podremos ascender alguna de las grandes cumbres que conforman el Parque Nacional d’Aigües Tortes i Estany de Sant Maurici, conformando un inolvidable viaje de trekking y aventura. En tan solo seis etapas, acompañados de un guía de montaña, el elegante itinerario nos irá revelando sus grandes bellezas, sus dificultades, sus idílicos refugios o su historia. Disfrutar de esta montañera peripecia, compartida con el grupo, nos dejará un magnífico recuerdo, haciendo de ello una inolvidable experiencia.

Nuestras botas de montaña pisarán buenos caminos, tan solo será necesaria una cierta preparación física y/o estar acostumbrados a caminar por la montaña durante jornadas de 7-8 horas de duración. La etapa que supera el collado del Contraix puede resultarnos, una parte de ella, un tanto incómoda pero el resto serán para regocijarse y deleitarse por estos formidables paisajes pirenaicos.

Para iniciar nuestro periplo de senderismo por Aigües Tortes, debemos desplazarnos al valle de Arán. Cualquiera de las entradas al parque nacional es válida, pero nosotros solemos acceder por el pueblo de Arties en Lérida/Lleida hasta el aparcamiento de Pont de Resec.

El primer tramo de camino se realiza por la cómoda pista de Valarties que nos permitirá calentar nuestros músculos antes acometer la primera subida. Metidos en el bosque, la senda asciende de forma gradual en busca del refugio de la Restanca, al que llegamos caminando por el muro que represa el lago de nombre homónimo. Tras un breve descanso, proseguimos con la subida encontrándonos el siguiente lago, el Estanh deth Cap deth Port. Pasado éste, nuestro objetivo será auparnos al Coll de la Crestada para finalizar la parte de ascenso y dar vista a un nuevo valle cargado de belleza. Dejando atrás el collado descendemos hacia el Estany de Monges, pasamos al lado del Estany de Tumeneia y en poco tiempo, llegamos al refugio de Ventosa i Calvell, ubicado por encima del Estany Negre.

Carro de Foc con cumbres

La segunda etapa es una de las que más vamos a recordar, tanto por bonita como por lo entretenida que es, sobre todo en su primera parte. Iniciamos la marcha con la subida por el Vall de Colieto. Tras poco más de una hora de camino, nos encontramos ante la parte más amena y divertida, son los grandes bloques de granito. La ausencia de camino nos obliga a transitar entre dichos bloques, teniendo que subir, bajar, retroceder, saltar o gatear por este caótico laberinto hasta alcanzar el Collet de Contraix. Superado el collado, tendremos la opción de ascender al Pic de Contraix, cumbre de 2.957 metros o continuar descendiendo hasta el Estany de Contraix, apacible lugar en el que a veces realizamos el almuerzo. Retomando la marcha tenemos que realizar un largo descenso por en Barranco de Contraix mientras vemos parte de la etapa que nos aguarda para el día siguiente. Finalizamos el día con la llegada al refugio de Estany Llong, muy cerca, como no, de otro gran lago, el Estany Llong.

Valle de Contraix

A través del bosque de Corticelles comenzamos la subida del tercer día. Bordeando las Agujas de Dellui nos vamos introduciendo en el valle. Más adelante bordeamos por la izquierda el Estany de Dellui, ascendiendo a continuación a la collada del mismo nombre para dar paso a un nuevo valle repleto de lagos y montañas. Con la vista puesta en el Estany de Cubieso, descendemos hasta sus orillas, pasamos al Estany de Mariolo y comenzamos a bordear el extenso y represado Estany Tort. Tras dejar atrás la presa que retiene las aguas del lago, caminaremos sobre uno de los tramos de vía férrea del carrilet, vestigio de la tremenda obra de ingeniería que, mediante túneles subterráneos une un conjunto de 27 lagos, para suministrar agua al lago de Gento y la central hidráulica de Sallente. Superada la presa del Estany Tort, dejando a nuestra derecha el vall Fosca, por el que discurre el río Flamisella, tendremos que afrontar un pequeño repecho para llegar al Estany de Colomina con el refugio a sus orillas. La etapa no se acaba aquí, debemos seguir el trekking hacia el empinado y estrecho Pas de l’Os, que nos lleva hasta otro lago, el Estany de Saburó. Seguimos las marcas del GR-11 hasta la Collada de Saburó, y del otro lado nos aguardan los lagos del Estany del Cap del Port, el Estany de la Llastra, el Estany dela Coveta, el Estany Negre y el Estany Tort. Al borde de este último se encuentra el refugio de Josep María Blanc, en un emplazamiento privilegiado donde podremos disfrutar y contemplar de un bonito atardecer.

El cuarto día comienza rodeando el Estany Tort ganando altura poco a poco hasta el Coll de Monestero, entre el Pic de Peguera y el Pic de Monestero. Los primeros veinte minutos de descenso son un poco incomodos de caminar debido a la tierra y piedras sueltas que presenta el camino. Una vez superado este trecho la senda continúa su descenso por un camino más marcado aunque encontraremos algún tramo de grandes bloques de granito que ralentizan un poco nuestra marcha. El camino por el valle de Monestero se adentra en un bosque de pinos que nos acompañará hasta el popular Estany de Sant Maurici. Desde aquí vemos los Encantats, dos emblemáticas montañas cargadas de leyendas; una de ellas cuenta que las montañas son dos cazadores que no asistieron a la romería en la ermita de Sant Maurici porque se fueron de caza, y por esa razón fueron convertidos en piedra. Tras coger agua en la fuente y tomar un descanso, el camino, ya en ascenso, sigue por el bosque hasta la cascada de Ratera. Un poco más arriba se accede a la cómoda senda que, pasando al lado del Estany de Ratera nos conduce al refugio de Amitges, a 2.380 metros de altitud. Una vez realizado el checkin, si el horario y las fuerzas nos lo permiten, podremos realizar el ascenso al Pic d´Amitges, una atalaya perfecta que nos permitirá ampliar nuestras vistas sobre las montañas de Pirineos.

Al partir de una notable altitud, iniciamos la etapa con una corta subida al Port de Ratera. Desde este punto, si el día es lluvioso y/o muy frío, podemos seguir la senda GR11 que se adentra en el circo de Colomers, acortando así la etapa. Si la meteorología es benévola, ampliaremos nuestra travesía hacia el circo de Saboredo, en el Valle de Arán. En el descenso una sucesión de lagos nos lleva hasta el pequeño refugio de Saboredo. Giramos nuestro rumbo dejando de lado el Vall de Ruda para a continuación realizar una subida más, en este caso al collado Coth de Sendrosa. En este punto tenemos la posibilidad de ascender el Tuc de Sendrosa, para lo cual será necesario utilizar puntualmente las manos para progresar por su cresta rocosa. Desde la cumbre, una magnífica visión a nuestro alrededor sobre el circo de Colomers, el de Saboredo y un sinfín de montañas. Continuando con la ruta de montaña, descenderemos hacia los Lacs de Cloto, para terminar en el refugio de Colomers, situado en otro enclave de gran belleza al borde del Lac Major de Colomers.

Tras los satisfactorios esfuerzos y cargados de grandes recuerdos e imborrables imágenes, la ruta de Carros de Foc cierra su círculo. Comienza la subida hacia el Estany Mort, el Lac Port de Caldes y se llega al collado Port de Caldes. Un descenso y un breve pero intenso ascenso nos acercan al Coll de la Crestada. Justo antes de llegar a este collado que cierra nuestro circuito, tendremos la posibilidad de ascender a una de las grandes y sencillas cumbres del parque nacional, el Montardo, de 2.833 metros de altitud. Como el resto de las montañas de hemos podido ir ascendiendo, esta guarda unas magníficas vistas sobre el entorno. El Pico Aneto y su glaciar se muestran relativamente cercar. Así mismo se puede ver una parte del Trekking Pass de Arán, otro fantástico circuito de trekking que asciende varias montañas y se adentra en el Pirineos francés. Descendemos del Montarto y regresamos por terreno conocido al refugio de Restanca, desde donde solo resta una última bajada hasta Pont de Resec, lugar donde habremos dejado aparcados nuestros vehículos.

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