La Ruta de las Golondrinas es una ruta de montaña de varios días por los Pirineos. Se desarrolla en los caminos que siguieron las mujeres españolas del valle del Roncal, el valle de Ansó y el valle de Salazar para cruzar a Francia y allí trabajar en la industria de la alpargata. Mauleón era uno de los pueblos que, durante las primeras décadas del siglo XX, las recibía en octubre y las despedía en mayo, como si de una migración, tal como hacen las golondrinas se tratase. El apodo de Golondrinas también se debió a la indumentaria negra que usaban estas mujeres. Este desplazamiento anual creó lazos y unió vínculos entre las gentes de uno y otro lado del Pirineo, que hoy en día apenas recuerdan ya, en los valles españoles, las personas de más edad.
Nos encontramos ante un trekking en Pirineos que tiene historia, mucha montaña, grandes bosques y ancestrales sendas. Por realizarse en tan solo cuatro días, no debemos pensar que es una actividad sencilla y de poca exigencia física, todo lo contrario, es una actividad que nos exige estar acostumbrados a caminar por la montaña durante un notable número de horas por caminos de alta montaña con fuertes desniveles. A esto debemos añadirle, si las condiciones meteorológicas nos lo permiten, el ascenso a alguna de las cumbres más representativas de la zona, que incrementará el esfuerzo que debemos prestar.
Comienza la ruta en el valle del Roncal, Navarra. En los pueblos como Isaba o Urzainqui podemos encontrar alojamientos variados. Nosotros solemos encontrarnos con los participantes del trekking en el Albergue Armaia Artepea o ya directamente en el aparcamiento el refugio de Belagua donde iniciaremos y finalizaremos la travesía de montaña.
Se inicia nuestro caminar descendiendo al Rincón de Belagua. Nos introducimos en el bosque de Selva Grande siguiendo el sencillo Camino de Belagua a Maze. Atrás vamos dejando varias bordas típicas de la zona (construcciones rurales en el campo o la montaña que se usan o se usaron con fines agrícolas y/o pastoriles). Durante la subida, el camino se pierde por momentos entre la hierba y la vegetación, no es una ruta muy habitual y debemos prestar un poco de atención para dirigirnos hacia la cumbre de Txamantxoia de 1.945 metros. Sobre la cima de esta discreta montaña podemos contemplar una amplia panorámica del valle y las montañas como el Petrechema, Sobarcal o el Mallo de Acherito. Descendemos con un poco de precaución la cresta cimera y después, tranquilamente seguimos la senda por el bosque de Las Tascas hasta el acogedor refugio de Linza.
La segunda jornada es la que más esfuerzo físico nos exige. Comienza el día ascendiendo por el Camino de Francia hasta el Collado de Linza. La senda pasa por la Hoya de la Solana y la Hoya del Portillo de Larra rumbo a la cumbre de la Mesa de los Tres Reyes de 2.448 metros. Esta cumbre fue la confluencia de los antiguos reinos de Navarra, Aragón y el Vizcondado de Bearne (Francia), de ahí su curioso nombre. Como el día es largo no nos solemos entretener y descendemos hasta el collado de Escoueste para pasar a Francia e iniciar un dilatado descenso. Pasando por las cabañas de Pedáin y puente Lamary nos lleva hasta Borda Trésarricq. En este punto coincidimos con otra de la grandes rutas de Pirineos, la Senda de Camille. Tras la bajada aún nos queda una buena subida hacia el Circo de Lescún con la mole rocosa de Le Billare a nuestra izquierda. Siguiendo una transitable pista nos dirigimos hacia la borda Anapia y el Plateau Sanchese. Por último, una subida que a última hora suele hacer un poco dura, nos conduce al refugio de Laberouat, donde nos alojaremos.
El tercer día es muy variado, con distintos paisajes a descubrir. Muchas personas nos han dicho que es la etapa más bonita y la que mejor guarda la relación de tiempo-esfuerzo. Damos nuestro primeros pasos siguiendo el GR10, la ruta que cruza los Pirineos de mar a mar por la vertiente norte, es decir, por el lado de Francia. El camino asciende por valle hasta las cabañas de pastores de Cap de la Baich, lugar donde en ocasiones venden un excelente queso de elaboración artesanal. Aquí dejamos de seguir el GR10 y afrontamos la subida al collado des Anies. Nos vamos adentrando en un terreno totalmente rocoso, calcáreo y sin vegetación por el cual accedemos a la cumbre del Pic de Anie de 2.507 metros, también denominado Auñamendi en el País Vasco. Descendemos hasta el collado de Pescamou adentrándonos en el laberinto de roca caliza en el que debemos tener precaución con las nieblas para no perder el sendero. Superado el tramo kárstico seguimos hasta la estación de deportes de invierno de La Pierre Saint Martin donde nos alojaremos en el refugio Jeandel.
El último día cerramos nuestra travesía circular de varios días en Pirineos subiendo por el camino de las pistas de esquí al collado del Arlas y así subir la última cumbre, el Pico de Arlas de 2.044 metros. Comenzamos la bajada hacia el Llano de la Contienda y seguimos un tramo de carretera hasta El Ferial y el Portillo de Eraize. Desde aquí tenemos dos opciones, podemos descender hacia el llano de Eraize y llegar pronto al Refugio de Belagua, remodelado y reinaugurado en el año 2020 o ascender al Pico Lakora y descender al refugio, donde ponemos punto final a este espléndido recorrido pirenaico.
Cualquier ruta de montaña o trekking en Pirineos nos hará disfrutar de grandes montañas, extensos y apacibles valles.
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