El trekking y ascenso del M´Goun en Marruecos es un viaje de montaña de los que dejan un magnífico recuerdo en nuestras vidas. Es una experiencia que combina montaña por recónditos lugares, con enclaves sobre paisajes muy singulares, gentes y pueblos, exotismo de Marrakech… La mayoría de los viajes de montaña a Marruecos tienen como destino la zona del Toubkal en la Cordillera del Atlas. Quizás por ser la cumbre más alta del norte de África, el Toubkal se lleva la mayoría de los turistas, en cambio, cuando conoces la zona del M´Goun, es este macizo montañoso quien se lleva las mayores alabanzas.
A nuestra llegada a Marrakech nos estará esperando nuestro corresponsal para trasladarnos al Hotel, encontrarnos con el resto de los participantes en el trekking y disfrutar de los encantos de esta mágica ciudad.
El segundo día nos trasladamos a Tabant, haciendo una parada para conocer las cascadas de Ozoud, las cataratas más grandes y sorprendentes del norte de África. A nuestra llegada al valle de Bougoumez nos alojaremos en un albergue o gite, que es simplemente una casa típica de la zona con habitaciones donde los colchones se encuentran sobre el suelo. Dicho así no parece muy acogedor, pero si te gusta la montaña, mezclarte con las gentes locales y vivir el viaje con una mayor inmersión, esta opción te encantará. Las comidas son muy sanas: ensaladas, frutas o los típicos tajines de verduras con cuscús nos sorprenderán gratamente.
Los siguientes días del trekking por el M´Goun nos regalarán momentos inefables mientras recorremos los singulares y variados paisajes. Comenzamos caminando por las Gargantas de Arous, que nos suelen parecer muy bonitas. Uno de los momentos más bonitos del trekking es el momento en el cual alcanzamos el collado que nos separa de la vasta y solitaria planicie de Tizi n’Tarkaddiyt con las montañas rodeándonos.
La ruta de montaña que asciende al M’Goun (4.068 metros) es una jornada larga y de exigencia física notable. Combina dos partes diferenciadas, la primera, el largo ascenso hasta ganar la amplia cresta que debemos seguir para coronar la cima más alta de nuestro viaje por Marruecos. La segunda, ya de bajada de la cumbre, nos adentra en el extraordinario y alucinante valle de Oulilymt con sus raras formaciones rocosas.
Una vez realizada la cumbre, en las siguientes etapas seguiremos descendiendo por el valle, pasando por algunos pueblos. Pero aún nos quedan más sorpresas.
Si elegimos bien las fechas para realizar el ascenso al M´Goun, podremos realizar una jornada completa siguiendo el cauce del río, caminando por las aguas y atravesando así las Gargantas del M´goun. El sobrecogedor recorrido encuentra su lugar más angosto en el tramo de las Gargantas de Achabú, donde la separación entre las dos paredes verticales es tan solo de un metro de ancho. Pasada esta parte, la garganta se hace más ancha y sencilla de caminar hasta su salida. Será esta jornada una de las grandes experiencias que nos llevaremos de este viaje.
Dejando atrás las gargantas, damos paso al Valle de las Rosas que, en primavera, se viste de color rosa y se respira una extraordinaria fragancia. La rosa de damasco fue introducida por los franceses sobre 1.938 y hoy en día se utiliza para numerosos productos de cosmética. Cada primer fin de semana del mes de mayo se celebra el Festival de las Rosa, sin duda otro momento fantástico para visitar estas tierras marroquís. Finalizamos el viaje regresando a Marrakech y disfrutando de una gran cena despedida. De camino pasaremos por el pueblo fortificado de Kelaat M’Gouna en pleno valle del Dades y más adelante por la bella población de Ouarzazate, puerta de entrada al desierto del Sahara, donde quizás, en otra ocasión, regresemos.