El pasado mes de junio estuvimos en Madeira en un viaje en grupo y realizamos varias rutas de montaña por la isla de la eterna primavera. La isla de Madeira es idónea para la práctica del trekking y el senderismo, pudiendo realizar rutas de variada dificultad. En esta ocasión habíamos elegido itinerarios donde apenas llega el turismo, donde la naturaleza es más salvaje y auténtica y los caminos son más complejos e incómodos de transitar. Al tercer día de nuestra estancia se preveía la llegada de la borrasca Óscar, que finalmente llegó, dejando copiosas lluvias y provocando derrumbes, desperfectos, cortes de algunas carreteras y cierre, por orden administrativa, de algunos de los senderos. Cambiamos dos de las rutas previstas y así pudimos disfrutar de cinco días de senderismo en Madeira.
El primer día, como aun no íbamos a estar afectados por la borrasca, aprovechamos el día para ascender a la montaña más alta de Madeira, el Pico Ruivo de Santana de 1.862 metros de altitud. Iniciamos nuestra excursión desde las cercanías del Pico do Areeiro siguiendo el impresionante itinerario que nos permite ver la profundidad y verticalidad de los valles de Madeira. Cuando alcanzamos la cumbre del Pico Ruivo la niebla no nos permitió ver el paisaje y comenzamos el largo descenso hacia el valle de las monjas, finalizando la ruta en el recóndito pueblo de Curral das Freiras.
El segundo día, como llegaba a partir de mediodía la borrasca Óscar, realizamos una sencilla ruta desde la costa sur entre el pueblo de Caniçal y Machico. Como la lluvia hizo acto de presencia justo antes de llegar a Machico, llamamos a Humberto, nuestro taxista durante esta semana y nos fuimos a comer a un restaurante la espetada típica. Esta comida son trozos de ternera aromatizada con mantequilla al ajo y laurel, ensartados en un pincho de laurel y asados sobre ascuas de acacia. Acompañamos el menú con el rico bolo do caco, un buen vino de Madeira y finalizamos la sobremesa con una poncha típica. Mientras, en el exterior llovía con fuerza. Adaptamos el plan a las condiciones meteorológicas y disfrutamos de un gran día.
El tercer día teníamos previsto hacer una ruta pero era día de mayor previsión de lluvias y además estábamos en alerta “vermella”, como dicen por allí. La potente borrasca, que afectaba también a las islas Canarias, nos mostró su fuerza durante más de veinticuatro horas haciendo subir notablemente el caudal de los canales de Funchal. Por tanto, el día de descanso que teníamos en la semana, lo cambiamos para el día de hoy e hicimos un poco de turismo por la capital de Madeira, Funchal. Nos fuimos a una bodega de vinos de Madeira, conocimos el Mercado dos Lavradores con sus exóticas frutas, sus verduras, sus flores y su pescado. Recorrimos el casco antiguo por la Rua Santa Maria con su arte en las puertas, el paseo marítimo y nos fuimos a comer a un restaurante poco turístico, el Restaurante Londres. Por la tarde seguimos con algo de turismo, la lluvia cesó y pudimos darnos otro paseo.
Continúa la segunda parte del artículo en este enlace: Trekking en Madeira junio 2023 (II)
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