El Trekking Travesera Picos de Europa sigue el itinerario de una de las carreras más duras, exigentes y técnicas del mundo. Consta de 74 kilómetros y 13.145 metros de desnivel acumulado (6.560 metros positivos y 6.585 metros negativos) que discurren por un terreno de alta montaña entre montañas y caminos de roca caliza. El mejor tiempo de la carrera está por debajo de las 11 horas pero nuestro trekking nos llevará 5 días de exigentes jornadas empezando en las cercanías de Covadonga y finalizando en Arenas de Cabrales. Acompañados por un guía de montaña de Picos de Europa, recorreremos este brutal itinerario contando con los alojamientos de los refugios y pueblos de montaña presentes en la travesía. Se trata de una actividad de exigencia física alta que va a requerir de nosotros mismos estar bien entrenados y acostumbrados a realizar largas jornadas por la montaña cargando con nuestra propia mochila.
El primer día nos encontramos en el amplio aparcamiento de Arenas de Cabrales, aquí dejaremos aparcados nuestros vehículos los próximos días, hasta que finalicemos justo en este punto nuestra aventura montañera. Tras las presentaciones de todos los participantes, un taxi nos recoge para trasladarnos a Covadonga, punto de inicio de nuestro viaje de trekking. El camino comienza subiendo por el húmedo bosque del Monte Auseva que nos hace romperá a sudar. Una pequeña tregua nos da la Vega de Orandi, extensa, llana y verde pradera rodeada de bosque, antes de continuar con la continua subida dejando a nuestra izquierda la Sierra Porciles. Nuestro itinerario pasa por la abandonada majada de pastores de Severín y más adelante por la bien cuidada majada de Fana, donde en periodo de verano incluso se produce queso Gamoneu. Dejando atrás estas zonas de pastoreo, nuestro siguiente objetivo es el Lago Enol, de los Lagos de Covadonga desde donde seguiremos una cómoda pista de tierra hasta Pandecarmen. A partir de aquí seguimos un camino de montaña que nos lleva en ascenso por Vega La Piedra, la Vega de Canraso y la majada de la Rondiella hasta el collado Gamonal. Con la vista sobre nuestro cercano alojamiento, el refugio de Vegarredonda, nos dirigimos hacia él para finalizar la primera etapa.

El segundo día nos adentra en las zonas de alta montaña subiendo por Llampa Cimera para tomar el desvío hacia el collado La Fragua. Cada vez más rodeados de grandes montañas calizas pasamos por la Barrastrosas con la mirada puesta sobre alguna de las altivas cumbres como la Torre Santa María de Enol, las Cebolledas o la Torre de la Canal Parda entre otras muchas. El paisaje, rocoso y desértico parece yermo y estéril, en cambio los rebecos pastan y campan a sus anchas por estas zonas altas. El camino prácticamente deja de subir a la entrada del Jou de los Asturianos para descender un pequeño tramo y subir otro poquito hasta el Jou Santu, un lugar impresionante, alejado de la civilización y rodeado de grandes montañas como Peña Santa. Comenzamos desde aquí un largo descenso hacia uno de los pueblos más aislados de Picos de Europa, Caín. Descendemos pues por los pedregosos caminos hasta El Boquete desde donde se nos abre una amplia visión del macizo central de Picos de Europa y por donde nos adentramos en la Canal de Mesones. A medida que perdemos altura, la pedregosa senda va dando paso a otra más terrosa y cómoda mientras vemos, abajo en el valle, nuestro destino, el pequeño y acogedor pueblo donde nació el cainejo. En el trayecto pasamos por la Majada de Mesones, ahora prácticamente olvidada y en desuso pero que nos puede servir de cobijo en caso de lluvia. Por debajo de la majada de pastores pasaremos con precaución por el Sedo de Mesones, un camino estrecho labrado sobre la roca que requiere de buena atención para no tener un traspiés. A nuestra llegada a zonas habitadas, las primeras casas que nos encontramos pertenecen al pueblo de Caín de Arriba, en cambio, nuestro alojamiento, el Albergue Diablo de la Peña, está en Caín de Abajo, que tan solo dista unos quince minutos siguiendo el bonito camino que los une desde hace muchísimos años.

Si en el anterior día predominó la bajada, en este sucederá lo contrario. Hoy debemos ascender una de las canales más largas de Europa, la Canal de Dobresengos. Nos ponemos en marcha atravesando el pueblo y el río Cares poniendo rumbo al Sedo Mabro en el que tenemos que ayudarnos de nuestras manos para progresar unos metros. Superado este inclinado tramo accedemos a la Canal de Dobresengos para seguir el camino que poco a poco gana altitud. Nos encontramos con el Canalón de Dobresengos, un tramo en el que la ayuda de nuestras manos vuelve a ser necesaria para superar un pequeño trecho. Justo a la salida de este canalón tenemos los últimos arboles disponibles para ocultarnos un poco del sol, en el resto del camino no encontraremos sombra alguna. En el Hoyo Grande Bajero nos encontramos un tramo cómodo, con apenas inclinación, que nos da una tregua a tan extensa subida y solemos aprovechas para comer algo. Siguiendo con el ascenso, pasamos al lado del Hoyo Grande Cimero, más adelante superamos un tramo bastante inclinado, pedregoso y sin camino para acometer la última subida hasta la Horcada de Caín o Arenizas Bajas. Excelente es la vista que tenemos sobre el Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes, La Palanca o el Llambrión. Metidos en el centro de los Picos de Europa, descendemos hacia el Jou Sin Tierre para dirigirnos al refugio Vega de Urriellu, donde descansaremos después de esta exigente jornada.

La cuarta etapa es la más exigente de todas. En ella debemos superar fuertes desniveles de ascenso y descenso por caminos, en algunos tramos, bastante incómodos a causa de lo escabroso del terreno. Salimos del refugio hacia la Canal de la Celada que rodea el Picu Urriellu y nos deposita al borde del Jou Tras el Picu con una formidable vista de la cara sur del Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes. En esta pared se encuentra la vía más sencilla de escalada que da acceso a la cumbre de esta renombrada y famosa montaña. Siguiendo con el Trekking de la Travesera de Picos de Europa afrontamos ahora la subida, un poco tortuosa por el pedrero, a Collada Bonita; lugar que hace honor a su nombre y nos regala unas espléndidas vistas sobre el macizo oriental de Picos de Europa y sobre el Picu Urriellu. Sin duda, una de las imágenes más bonitas que nos llevaremos de recuerdo en esta formidable ruta de montaña. A continuación nos toca descender el Valle de las Moñetas, un laberíntico trayecto entre rocas que parece no tener fin. Vuelta tras vuelta finalizamos la bajada en las Vegas del Toro o de Sotres. Un poco de descanso y un refresco en la fuente nos da alas para subir los mil metros de desnivel de la Canal de Jidiellu hasta el Collado Valdominguero. Justo antes del collado nos encontraremos con un tramo de trepada, que normalmente tiene una cuerda para ayudarnos a superar unos pasos. Pasada esta zona más técnica podemos tumbarnos a placer en las praderas de este panorámico collado. A partir de aquí tendremos buen camino, pasando cerca del Lago de Andara, tan solo queda el trayecto que nos separa de nuestro último alojamiento, el Casetón de Ándara. Una etapa grandiosa que celebramos y brindamos con el guarda del refugio.

Una vez superadas las etapas anteriores, todavía sorprendidos de la exigencia y dureza de esta travesía, afrontamos el último día de ruta de manera tranquila y relajada aunque todavía nos resten unos pocos kilómetros con sus desniveles correspondientes. Comenzamos descendiendo por la vista minera que nos lleva al Hoyo del Tejo y el Jito d Escarandi. Seguimos el camino ganadero que va paralelo al arroyo Claro de Víes para comenzar el moderado ascenso hacia la Sierra de Portudera. A medida que avanzamos vamos dejando de lado las verdes majadas de Tordín, Tambrín o Humardo. Con Arenas de Cabrales a vista encaramos el último descenso por la calzada empedrada de Caoru. Un último tramo de bosque nos acompaña hasta el pueblo donde finalizamos esta fantástica aventura de montaña en Picos de Europa. Una buena celebración con sidra asturiana, queso cabrales y otras viandas, ponen el broche final de esta inolvidable experiencia.
