El pasado mes de octubre de 2024 quedará grabado en nuestra memoria como una gran experiencia. Un grupo de quince aventureros nos embarcamos en la vuelta al Manaslu, un trekking auténtico y lleno de contrastes que nos permitió adentrarnos en el alma del Himalaya.
Este viaje no solo nos regaló paisajes imponentes y momentos de camaradería, sino también recuerdos imborrables de la majestuosidad de la montaña y de la calidez de las comunidades locales. A cada paso, las panorámicas de picos nevados, los valles remotos o los monasterios parecían transportarnos a otro mundo.
La bienvenida de Katmandú:
Nuestra aventura comenzó en Katmandú, una ciudad que nunca deja de sorprender. Desde el instante en que aterrizas, sus colores, sonidos y aromas te envuelven en una atmósfera vibrante y caótica. El tráfico desenfrenado, las intrincadas fachadas de los templos y la energía del barrio de Thamel te atrapan. Es como si todos tus sentidos recibieran un torrente de estímulos al mismo tiempo.
Una experiencia que va más allá del trekking:
La vuelta al Manaslu no es solo un desafío físico; es una inmersión cultural y espiritual. Caminar entre aldeas remotas, compartir momentos con sus habitantes y experimentar su forma de vida nos recordó la belleza de la simplicidad. Cada jornada estuvo llena de aprendizajes y pequeñas victorias que nos reafirmaron por qué amamos la montaña.
Tras un día en Katmandú, nos subimos a un autobús privado todos los participantes, junto con guías y porteadores, para poner rumbo al pueblo de Soti Khola, ya en el valle del Budhi Gandaki. El viaje por “carretera” es una odisea en sí mismo que nos permite descubrir la vida de Nepal. En un par de tramos el autobús tuvo que cruzar un río porque el monzón se había llevado el tramo de pista o “carretera” pero al fin llegamos a nuestro destino para descansar.
Los primeros días de trekking nos van mostrando la vida en los pueblos más bajos del valle, Machhakhola, Khorla Besi, Salleri o Deng con sus preciosos campos aterrazados de arroz y mijo. Vemos los habitantes de estos pueblos en sus quehaceres diarios, con su ganado, lavando a sus hijos, reparando un tejado o cuidando lo campo de cultivo. El guía de montaña nos va informando sobre las diferentes etnias de este valle, Gurung, Bramin, Tamang, Chhetri o Damai son algunas que podremos encontrarnos.
Más arriba, en pueblos como Sho, Lho, Shyalao Sama Gaon, tanto los rasgos de las personas como sus costumbres, como sus cultivos van cambiando. El paisaje va cambiando y la vida se adapta a las condiciones del lugar. Este valle acogió a muchas personas que huyeron del Tibet los años de represión China y eso se nota en los rasgos de las personas y en sus costumbres ancestrales.
Las zonas más altas habitadas del valle, por encima de los 3.500 metros de altitud, como Sama Gaon o Samdo son lugares maravillosos en los que nos parece muy difícil hacer vida aquí todo el año. Nos maravilla ver los rebaños de yaks pastando en las praderas de estas infinitas laderas que se descuelgan de algunas de las montañas más altas del mundo. Nos cautiva ver el Manaslu, la octava montaña más alta del mundo situada en el macizo Mansiri Himal junto con otros grandes colosos que muestran el destello de sus hielos perpetuos.
Las dos jornadas de mayor exigencia física serán el ascenso al Campo Base de Manaslu y la jornada del Larke La a 5.106 metros de altitud. Ambas las pudimos realizar con esfuerzo y con mucha motivación al encontrarnos en alguno de los lugares de montaña más bonitos de Nepal. Gracias a los compañeros, porteadores y guías hicimos un gran grupo, unido, fuerte. Un grupo en el que nos ayudamos unos a otros y ahí está la base del éxito de nuestro equipo. Muchas tardes nos pasamos jugando a las cartas todos juntos, aunque en ocasiones el idioma nos impidiera una comunicación fluida. Lo importante era pasarlo bien y eso era lenguaje universal.
Finalizamos nuestra travesía por los valles del Manaslu en el pueblo de Tilche, donde nos recogieron varios vehículos 4×4 que nos trasladaron, por impresionantes pistas de tierra, hasta Besisahar. Aquí tomamos un bus que nos trasportó hasta Katmandú para seguir viviendo intensamente nuestro viaje por Nepal.
Si quieres conocer este trekking en Nepal, echa un vistazo a la Web de Trekkinea y escríbenos. Trekking del Manaslu