Ascenso al Monte Ararat

Ascenso al Monte Ararat

Realizamos el ascenso al Monte Ararat por primera vez en julio de 2015. La montaña más alta de Turquía, con sus 5.137 metros de altitud nos atraía poderosamente y, tras meses de preparación, iniciamos el viaje rumbo al Kurdistán turco. Mucha ilusión, alegría, nervios de los que nos mantienen activos y muchas ganas de aventura acompañaban a nuestra mochila.

El Monte Ararat, ubicado en la parte oriental de Turquía, muy cerca de la frontera con Irán y Armenia, es un volcán inactivo cuya cima se encuentra cubierta de nieves perpetuas. Según se cuenta, la tradición cristiana interpreta que esta montaña es el lugar donde se posó el Arca de Noé tras el Diluvio Universal descrito en el libro sagrado.

Camino hacia el Campo I del Monte Ararat

Iniciamos nuestro viaje tomando el vuelo rumbo a Estambul, donde hacemos escala para coger el vuelo doméstico que nos llevará a la pequeña población de Igdir, en la región de Anatolia Oriental de Turquía. Aquí nos recibe nuestro corresponsal y nos traslada en una furgoneta taxi al pueblo de Dogubayazit donde nos alojaremos en nuestro hotel. De camino avistamos ya el coloso Monte Ararat con sus brillantes nieves sobre su cima. Dedicamos el resto del día a visitar la población y preparar nuestro equipo de montaña para los siguientes días.

El día siguiente amanece despejado, vemos la gran montaña y nos sorprende la predominancia de su silueta en el paisaje. Cargamos nuestros equipajes en la furgoneta para trasladarnos a la población kurda de Eli. Allí nos espera nuestro equipo de muleros para subir nuestro material al Campamento I. La ruta de hoy es corta y tranquila, subimos sin prisa, disfrutando del paisaje, saludando a nuestro equipo de muleros que nos adelanta cargado de los petates de todo el grupo. Encontramos gentes locales que nos miran con curiosidad, gentes con las que nuestro guía habla en kurdo y nos desean mucha suerte en nuestra expedición. Una vez en el campamento nos repartimos una tienda de campaña para cada dos personas y ayudamos a montarlas, el resto del día lo pasamos charlando entre nosotros y con el guía, al cual le hacemos muchas preguntas sobre el país, la forma de vida, el ocio, las costumbres etc.

En los dos días siguientes subiremos al Campamento II, situado a 4.200 metros. Primeramente subiremos lentamente, para así favorecer nuestra aclimatación, permaneceremos un tiempo allí y a continuación descender al Campo I. En cambio el segundo día subiremos al Campo II para quedarnos a dormir y preparar el ataque a cumbre.

Campo I del Monte Ararat

Al fin llega el día más esperado, hoy nos vamos a la cima del Monte Ararat. Como en todas las grandes montañas, madrugamos e iniciamos en ascenso en mitad de la noche. Abajo se ven las luces de los pueblos y el confort de las casas. Aquí arriba el frío, la oscuridad y el silencio nos acompaña. Nuestra ilusión, nuestra fuerza, nuestra mente, y la energía del grupo nos empujan a seguir subiendo. El amanecer fue uno de los momentos inolvidables del viaje, además de reconfortarnos la luz del día, las vistas fueron maravillosas. La subida por camino rocoso finaliza, nos ponemos los crampones para afrontar el asalto final a la cima. El viento sopla fuerte sobre los cinco mil metros de altitud, el último trecho se hace lento, parece que nunca se acabará pero lo conseguimos, estamos en la cumbre del Monte Ararat, a 5.137 metros de altitud. Nos encontramos alegres, pletóricos. Nos abrazamos, nos felicitamos y hacemos muchas fotos para guardar un sensacional recuerdo de nuestra experiencia. A continuación descendemos al Campo II, descansamos, comemos un poco y continuamos bajando hasta el Campo I. Aquí celebramos con todo el equipo el éxito de nuestro viaje, todo ha salido muy bien. Después de una buena cena, bailamos alrededor del fuego al son de la música kurda. Los días siguientes nos llevaron de turismo a Dogubayazit y Estambul, quizás otro día lo contaremos.

Cumbre del Monte Ararat, Turquía

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